En el pasado, la misión del jefe se limitaba a asegurar la realización de las tareas encomendadas. Hoy su rol excede ampliamente esa función.
Liderar a una persona o un equipo representa un gran salto en la vida profesional de todos nosotros: implica el desafío de lograr resultados a través de otros. En términos de desarrollo, este momento se denomina “transición”, y es parecido al cambio de nivel en los juegos de la Play. Cambiamos de nivel, las complejidades son otras, los retos son mayores.
Las transiciones son situaciones altamente desarrolladoras. Sin embargo, se aprovechan poco y no se da el soporte justo en el momento apropiado. Dar herramientas y soportes en una transición implica aprovechar una situación desarrolladora para lograr una transformación en la persona.
Por otro lado, y para quienes lideran equipos desde hace tiempo, ese rol siempre implica grandes desafíos porque no hay una persona igual a otra. Por lo tanto, mejorar la capacidad de observación, la empatía y recrear la forma de gestionar es un imperativo.
Esta es la intención de nuestro nuevo lanzamiento de Abiert, “Cómo ser un buen líder”. Pretende, a través de un sencillo modelo de 6 dimensiones muy efectivo, que hemos trabajado y probado por años, generar nuevos comportamientos con alto impacto en el equipo.
¿Qué significa ser jefe o ser líder? Lograr los objetivos a través de las contribuciones de otros. En el pasado, y en organizaciones donde la mayor parte de la gente cumplía funciones operativas, ser jefe era un poco más fácil: bastaba con asegurar el cumplimiento de la tarea.
Actualmente, los equipos que dirigimos están conformados por trabajadores del conocimiento, que tienen otro tipo de expectativas y necesidades. Por otra parte, los cambios son continuos y el líder tiene el rol de catalizador y motivador del cambio.
¿Qué hace un buen líder?
1. Provee una dirección clara (las personas saben qué se espera de ellas y cuál es la meta)
2. Posee un alto grado de influencia (es un modelo de rol y enseña)
3. Construye buenos equipos (es hábil formando equipos de alto rendimiento)
4. Actúa con coraje (decide a tiempo, encara los conflictos)
5. Es un buen coach (apoya a los demás en su aprendizaje y desarrollo)
6. Da reconocimiento y celebra (refuerza siempre positivamente y se ocupa de generar espíritu de cuerpo en el equipo)
Si te preguntamos ¿cuál fue el mejor jefe que tuviste?, seguramente te vendrá a la mente una persona que hacía alguna de estas cosas muy bien y que te marcó en tu historia profesional. Nuestra intención es ayudarte a que fortalezcas estas competencias y que, cuando a alguno de tus colaboradores le pregunten quién fue su mejor jefe, diga tu nombre.