Hay que tirar por la ventana la vieja gestión del desempeño y pensar nuevas soluciones.
En una muy buena nota de Fast Company, se analiza cómo Deloitte descubrió que estaba gastando (¿o invirtiendo?) 2 MILLONES DE HORAS/AÑO en su sistema de Gestión del Desempeño (solamente pensar en traducirlo en dólares… da miedo…).
Así también la empresa Adobe calcula que sus 2000 managers invierten 8000/horas año en procesos de gestión de desempeño. Accenture analizó el sistema y concluyó que dedicaban el 75% del tiempo a hablar DE los empleados, y no CON los empleados. Ni hablar del descontento en organizaciones que se empeñan todavía en tener forzadas curvas forzadas… Y sí, hay que cambiar…
En el mundo de la colaboración, cambia fundamentalmente la forma de hacer las cosas, bajo nuevos principios que marcan lo valorado y el sistema de gestión del desempeño tradicional es uno de los procesos clave más impactado. Por lo tanto, viviremos unos años de revisión y replanteos, que traen algunas novedades a este proceso. Los nuevos principios son:
- La gente como protagonista (hablar CON la gente y escuchar, escuchar, escuchar)
- El protagonismo de los pares ( Aparecen algunos procesos en los que la evaluación es solo de pares, como el de Valve o el startup alemán Career Foundry)
- La velocidad (reconocimiento oportuno) y la eficiencia (La fuerza del reconocimiento inmediato y colaborativo empieza a valorarse en aplicaciones como Starmeup de Globant,que nosotros usamos en Whalecom y que ha implementado, por ejemplo, el Banco Galicia).
- El foco en el proceso con muchas más instancias de intercambio
- La diversidad y el foco en la eliminación de prejuicios – Facebook, por ejemplo, revisó su proceso y lo fortaleció, poniendo más foco en la transparencia, el juicio de los pares y la eliminación de prejuicios. https://hbr.org/2016/11/lets-not-kill-performance-evaluations-yet
- El proceso se desliga de los temas de compensación y se enfoca en el desarrollo y el bienestar
- La transparencia se convierte en un tema central
- El mundo digital aporta aplicaciones para generar velocidad, transparencia, miradas 360, etcétera…
Así es, es la tecnología la que permitirá poner en juego todos estos principios.
En síntesis, una gran transformación en la que nuevos principios regirán los procesos clave en las organizaciones, generando un cambio gigantesco en la forma de hacer las cosas, soportada y hecha posible por el mundo digital.