Continuando la investigación iniciada el año pasado, Whalecom volvió a indagar cómo viven y valoran los empleados esta instancia en las empresas.
La importancia que adquieren para las organizaciones los Sistemas de Gestión del Desempeño llevaron el año pasado a Whalecom a efectuar un relevamiento para saber cómo percibían los colaboradores estos procesos en sus lugares de trabajo. Hoy tenemos ya las conclusiones de la nueva edición de la encuesta que se realizó este año, y estamos preparando una próxima versión para 2020.
Si recordamos lo que sucedió en 2018, los resultados estuvieron en sintonía con los tiempos de transformación que se viven, ya que hubo algunas respuestas más alentadoras y otras que reflejaron la necesidad de trabajar mucho más en este tema.
Había un dato inicial que marcaba precisamente todo lo que falta avanzar: solo el 40% estaban satisfechos con el Sistema de Gestión del Desempeño que tienen en su empresa y consideraban que cumplía el propósito para el cual se lleva a cabo. A la vez, un 53% respondía que el SGD no estaba integrado con otros procesos de Recursos Humanos.
Otro indicador negativo fue que el 66% solo era evaluado por sus jefes, cuando la tendencia es que haya muchos más feedbackers en el proceso. Sin embargo, comenzaban a asomar algunos cambios valiosos. Por ejemplo, el 49% tenía autofijación de objetivos, y el 56% incluía autoevaluación. También era buena noticia que el 76% aseguraba tener conversaciones de feedback, aunque solo el 46% se mostraba satisfecho con ellas.
Alcance, EX e integración
En esta edición 2019 se cambió el foco y algunos temas fueron reindagados desagregando y haciendo preguntas cualitativas, para así saber con más precisión cuáles eran los motivos de esa importante franja de insatisfacción con el SGD. El objetivo fue apuntar a tres pasos que consideramos necesarios tras analizar las respuestas del año anterior:
– Ampliar el
alcance de los cambios de nuestro SGD
– Profundizar su
impacto en la denominada Employee Experience (EX)
– Integrar la
práctica, en línea con las necesidades del negocio y los atributos valorados
Cuando indagamos sobre aquellos componentes del SGD que aportan al desarrollo de talentos, nos encontramos con que no ha habido una evolución respecto de 2018. Entre otras respuestas, el 47,26% indicó que la elaboración de su Plan de Desarrollo como cierre del proceso, asociado al desempeño, no existe. Ese es un dato que deja en claro cuánto camino falta aún por recorrer.
En tanto, la integración del SGD con la planificación estratégica del negocio sigue siendo baja. El 73,29% de los consultados expresó que el mapa de capacidades organizacionales no es tenido en cuenta para definir las prioridades estratégicas del negocio. A su vez, el 53,42% dijo que el output del proceso de Evaluación de Desempeño no es tenido en cuenta para construir el mapa de capacidades organizacionales.
Por último, el 38% de las respuestas dan cuenta de una EX positiva (dos puntos por debajo del resultado del año pasado) y el 40% declara tener una EX negativa, mientras que el 22% restante optó por no responder.
Quienes valoran como positiva su EX manifiestan que el proceso va más allá de una evaluación y contribuye al desarrollo profesional, mencionan la transparencia del proceso y destacan el feedback continuo y el alineamiento con el plan de mejora o desarrollo.
Por su parte, los que tienen EX negativa señalan que la evaluación se cumple solo como una formalidad y que no hay un compromiso con el desarrollo. Cuestionan además la falta de integración con los proyectos estratégicos y la falta de participación del evaluado en el proceso.
En conclusión, los Sistemas de Gestión del Desempeño continúan en modo transformación. Los cambios se van concretando de manera paulatina, pero resta todavía un largo trecho para que el impacto se haga efectivo y sea satisfactorio en la mayoría de los empleados.
Este miércoles 9 de octubre se llevará a cabo en Whalecom la Charla Abierta “Desempeño en la era de la Colaboración”.