La visión tradicional de la gestión tendía a privilegiar un enfoque analítico. Sin embargo, desarrollar el aspecto intuitivo puede ser gravitante para alcanzar el éxito.
* Basado en el texto original de Silvia Damiano publicado en el blog de About My Brain
Según vimos en la nota anterior, desarrollar y mejorar la intuición es un esfuerzo que puede dar muchos frutos tanto en la vida laboral como personal. Aquí se detallan cuatro razones para seguir ese camino:
Razón Nº 1: La intuición es vital en el desarrollo de una cultura empresarial ágil
En esta economía global, tener una fuerza laboral más intuitiva en lugar de una lenta puede hacer la diferencia entre un negocio próspero y ágil o estar fuera del negocio. Tal como ocurre en la sala de emergencias, la agilidad se ha convertido casi en una cuestión de vida o muerte en el mundo de los negocios de hoy.
Es importante educar a las personas para que reconozcan los cambios en el entorno externo. Entonces podrán comprender de manera intuitiva cómo estos cambios afectan su negocio, lo que otorgará a la organización una ventaja competitiva significativa.
Razón Nº 2: Mejorar nuestra salud intestinal puede potenciar la intuición y viceversa
Tiene sentido decir que, si estamos hablando de sensaciones viscerales, deberíamos explorar cómo funciona nuestro sistema digestivo. Las visiones neurobiológicas actuales hablan de las fuertes conexiones cableadas entre el intestino y el cerebro, y de su complejo sistema de comunicación.
Tener una mente clara siempre se ha asociado con un intestino sano. Sin embargo, nuestro sistema gastrointestinal también puede influir en los sentimientos, motivaciones y decisiones. Es muy probable que al mejorar nuestra función intestinal, reducir la inflamación y comer de forma más saludable podamos mejorar los niveles de intuición.
Razón Nº 3: Reconocer nuestra intuición puede hacernos sentir más seguros
En muchos casos, ignorar cómo nos sentimos respecto de una decisión puede causar una sensación de incomodidad o incluso de desconexión, ya que los hechos pueden indicar algo con lo que nuestro instinto no está de acuerdo. No nos sentimos ni nos vemos tan seguros cuando se produce esta disonancia. Es posible que no siempre estemos 100% seguros de qué camino elegir, pero nos sentiremos mejor si reconocemos e integramos nuestra intuición con los datos disponibles.
Razón Nº 4: Aceptar la intuición de otros puede crear confianza
Aun si no nos consideramos intuitivos, comprender que las personas que nos rodean pueden estar más sintonizadas con esta capacidad puede funcionar a nuestro favor. Si somos difíciles de impresionar, pedimos siempre más datos y hacemos que los empleados justifiquen cada decisión o idea, podemos volvernos despóticos y atentar contra el desarrollo de nuestros colaboradores.
Si tenemos algunas “almas intuitivas” a nuestro alrededor, aprendamos a escucharlas. Seamos curiosos y hagamos preguntas sobre cómo se sienten. No todos actúan o se sienten de la misma manera. Ser aceptado facilita un ambiente de confianza, permitiendo a las personas desarrollar sus virtudes.