Ventajas y beneficios de esta herramienta a la hora de plantear las metas y objetivos de una organización.
Por Víctor Meliton
Las empresas necesitan de objetivos para crecer y desarrollarse. Así es que, de una u otra forma, cada año definen las metas que desean alcanzar y qué deben hacer para concretarlas. Para lograrlo, los OKR (que en castellano podemos traducir como objetivos y resultados clave) son una herramienta de gestión que ayuda a las empresas a establecer y alcanzar objetivos ambiciosos. Son, en palabras de John Doerr, como “el GPS de la organización. Ayudan a fijar una dirección clara y a mantener el rumbo correcto, incluso cuando las cosas se ponen difíciles” (…) “no son solo un sistema de seguimiento y evaluación, son un sistema de gestión del cambio. Son un catalizador para la transformación”.
En su libro Reinventing the Organization, David Ulrich explica que para adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y ofrecer un mayor valor a sus clientes, las empresas necesitan contar con una cultura centrada en el cliente, una estructura organizativa ágil, la adopción de nuevas tecnologías y el desarrollo de liderazgo y talento en toda la organización.
Sin dudas, esto solo es posible cuando se toma la decisión de optar por una estrategia bien definida y metas claras que apalanquen su ejecución.
Soluciones simples en contextos complejos
En los entornos controlados con procesos claramente procedimentados, para identificar, evaluar y corregir desvíos existen rutinas probadas, buenas o mejores prácticas, que llevan a encontrar la solución de manera relativamente simple.
En contextos cada vez más complejos, definir y ejecutar los objetivos de manera tradicional no resulta siempre la mejor opción. Hay muchos factores en juego y las relaciones entre ellos son impredecibles. Es necesario por tanto, desarrollar la capacidad de las personas y las organizaciones para aprender, innovar y cambiar en forma significativa y transformadora. Un verdadero cambio de mindset que obligue salirse de la zona de confort e instale la necesidad de tener una visión clara y una mentalidad de apertura y conciencia del sistema para lograr un cambio sostenible.
En las empresas, lo controlado y lo complejo coexisten en un delicado equilibrio. Para mantenerlo, se necesitan herramientas confiables y medianamente sencillas, que articulen transversalmente toda la estructura organizacional.
¿Por qué debería considerarse implementar OKR? Aquí algunas razones:
– Los OKR ayudan a establecer prioridades claras: al determinar objetivos claros y medibles, permiten que los miembros de los equipos se centren en las tareas más importantes y eviten distracciones.
– Los OKR promueven la alineación de equipo: cuando todos los miembros del equipo están trabajando en objetivos comunes, se fomenta la colaboración y se evitan conflictos de interés.
– Los OKR aumentan la transparencia: al hacer públicos los objetivos y resultados clave, todos los miembros del equipo pueden ver qué se espera de ellos y cómo están contribuyendo al éxito general de la empresa.
– Los OKR fomentan el aprendizaje y la mejora continua: al contar con objetivos ambiciosos, se incentiva a los miembros del equipo a salir de su zona de confort y a aprender cosas nuevas.
– Los OKR ayudan a mantenerse enfocado en la visión a largo plazo: al establecer objetivos a largo plazo, los OKR permiten a las empresas mantenerse enfocadas en su visión y trabajar de manera coherente con ella.
En síntesis, son una herramienta poderosa que puede ayudar a las empresas a establecer prioridades claras, apalancar la colaboración y la transparencia, fomentar el aprendizaje y la mejora continua, y mantenerse enfocadas en la visión a largo plazo.
Podemos concluir entonces que adoptar los OKR como herramienta para la gestión estratégica garantiza mantener el foco en la visión a largo plazo, fijar prioridades claras, apalancar la colaboración y la transparencia, y potenciar el aprendizaje y la mejora continua.