Según los últimos datos publicados por el Indec, hoy en Argentina la brecha salarial de género es del orden del 26,6%.
Por Luis Etchenique
La desigualdad en materia salarial es una realidad en el mercado laboral. Como cada 22 de abril, tomamos conciencia de que se trata de una realidad que aún hoy existe. Realidad que tiene un alto impacto tanto en el mercado local como a nivel global. En ese contexto, son valiosas y comprometidas acciones se implementan diariamente con foco en la disminución de esta brecha salarial, con el objetivo de promover la igualdad de oportunidades.
Según los últimos datos publicados por el Indec, hoy en Argentina la brecha salarial es del orden del 26,6%.
Esta desigualdad responde a varios motivos, como la mayor carga, injerencia en las tareas de cuidado que ejercen las mujeres, así como también la casi nula licencia por paternidad, desde los sesgos, los prejuicios masculinos acerca de los cuidados de los hijos.
La brecha expone y resalta la diferencia existente entre los salarios que perciben los varones y las mujeres. De acuerdo a la ONU, este factor representa “el porcentaje resultante de dividir 2 cantidades: la diferencia entre el salario promedio de los hombres y las mujeres, dividida entre el salario de los hombres”. Si la cifra es positiva, significa que las mujeres cobran menos.
Cómo y dónde observamos esta brecha salarial:
Empleo a tiempo parcial
Hechos:
- El porcentaje de mujeres que trabajan a tiempo parcial es mayor que el de los hombres.
- El pluriempleo alcanza el 11,7% sobre el total de mujeres ocupadas, contra el 6,2% de los varones ocupados, con una brecha de 5,5 puntos porcentuales. (https://www.argentina.gob.ar/)
Trabajos socialmente menos valorados
Hechos:
- Las mujeres realizan trabajos por cuenta ajena que están asociados a los trabajos de cuidados.
- Estos trabajos se encuentran fuertemente feminizados.
- El hecho de que las mujeres estén más expuestas a trabajos precarios, sin acceso a la seguridad social ni al resto de los derechos laborales, queda notablemente expuesto al considerarse que, si se registrara al total de trabajadoras de casas particulares, la tasa de informalidad de la economía argentina se reduciría en 6,7 puntos porcentuales (caería del 36,7% al 30,0%) y la correspondiente a las mujeres bajaría 14,7 puntos porcentuales, disminuyendo de 39,3% a 24,6%.
Auto minusvaloración
Hechos:
- Las mujeres sufren discriminación en el mercado laboral, con consecuencias en el salario. Si nos enfocamos en los sectores de menores ingresos, que están compuestos casi en un 64 % por mujeres, la tasa de desocupación es del 7,8 % para las mujeres y del 6,1 % para los varones, y las mujeres están más expuestas a trabajos informales que vulneran sus derechos laborales.
Mucha evidencia que invalida cada una de las expresiones y aseveraciones de que en las organizaciones no hay o no existe una brecha salarial. Evidencias que indican cuánto se debe trabajar y desarrollar aún para disminuir esta brecha y finalizar con estas prácticas de inequidad que afectan y perjudican no solo el clima y la atractividad, sino también la productividad.
Cada líder tendrá la responsabilidad de definir objetivos para comprender la importancia de la atracción y fidelización del talento actual y futuro de la organización, pero también para reconocer cómo contribuyen estas acciones a mejorar la reputación organizacional. Y deberá, fundamentalmente, enarbolar su compromiso con los derechos y la dignidad de las mujeres.
Con foco en cómo disminuir esta brecha, se presentan diversas áreas de oportunidad en las organizaciones que, una vez detectadas, implicarán qué objetivos definir, cuáles serán las acciones para poder alcanzarlos y con qué métricas se evaluará el grado de avance y cumplimento. Estas acciones deberán tender a aumentar la equidad, generando las mismas oportunidades para los hombres y las mujeres en los planes de carrera.
Sabemos que aún persisten muchos prejuicios, como también prácticas que no favorecen la equidad. Nuestro compromiso está centrado en mejorar la calidad de vida y las perspectivas de cada una de las mujeres. Sabemos que, como ha expresado la CEPAL, “sin igualdad de género, el desarrollo sostenible no es desarrollo ni es sostenible”, y estamos convencidos de que lograr la igualdad de remuneración será un hito fundamental en este camino.