Se publicó en Ámbito una nota firmada por nuestro consultor senior Dani Feige sobre presencia ejecutiva como atributo del liderazgo. Para acceder a la publicación original, ingresar aquí.
El ingrediente secreto del liderazgo
Por Daniel Feige
¿Cuál es el ingrediente secreto que les ponemos a nuestras comidas para que se destaquen? ¿Cuál es el factor X que hace que nuestros comensales nos reconozcan y esperen más de nosotros? ¿Qué es lo que genera en ellos momentos WOOOW?
Un reciente estudio llevado a cabo por The Gartner Group define a la autenticidad como el atributo más valorado de un líder. Sin embargo, lo más interesante es que en el segundo lugar aparece un “tapado”: la presencia ejecutiva. Y tiene bien ganado ese sitio, porque se trata de una cualidad que se convierte en un “arma de construcción masiva de liderazgo”.
Todos los autores e investigadores como por ejemplo Sylvia Ann Hewlett, Kathy Lubar, Linda Halpern o Simon Sinek, entre otros, plantean que sin esta cualidad el liderazgo queda a mitad de camino entre entender qué se necesita para liderar y alcanzar efectivamente el éxito como líder.
La presencia ejecutiva actúa como un imán. Es el Factor X, el ingrediente secreto del liderazgo. Es la diferencia entre considerarme un líder y que me vean, me sientan y suene como uno. Como lo define en concreto Simon Sinek: “Presencia ejecutiva es lograr que los demás se sientan seguros e inspirados por tu presencia”.
Si tuviéramos que asociar la presencia ejecutiva a un eslogan, en mi opinión sería: ”Tu liderazgo hará un salto cuántico”.
De conocerla, desarrollarla y aplicarla, seremos capaces de transmitir “aire de liderazgo”: nos verán, sentirán, escucharán y percibirán como líderes. Está primero que todas las demás habilidades que conforman la caja de herramientas para desempeñarse en el rol. Sin la presencia ejecutiva, todas las facetas de un líder quedarán incompletas.
Debemos preguntarnos: “¿Me veo/me ven como el líder que verdaderamente soy? ¿Qué tengo, que me falta?
Hay 4 comportamientos que, en caso de demostrarlos, generarán en nuestro entorno la sensación de estar frente a un líder sin sobreanalizarlo:
- Consciencia situacional constante. Leer la sala. Permitir que las personas digan aquellas cosas que no deberían ser dichas. No se necesita ser nominado como líder para ser reconocido como la persona más senior en la sala. Responder a cada situación. No tener miedo de asumir protagonismo.
- Todo lo que decimos lleva un peso. Saber que todo lo que sale de nuestra boca se escucha más fuerte, es más grande, más sensible y se percibe como más exagerado.
- Proteger siempre al grupo. Proyectar seguridad y protección. Es aquí donde muchos confunden liderazgo con autoridad. Los líderes van primero, es por eso que son considerados líderes: se arriesgan a ir primero.
- Abrazar nuestra “voz cuestionadora” interior. La mejor manera de construir presencia ejecutiva es preguntar lo que todos están pensando aunque nadie más lo pregunte. Los líderes tienen voluntad y no se amilanan ante la posibilidad de ser, sonar o verse vulnerables. Esta es una cualidad que construye y cimienta confianza y respeto. No solo se trata de liderar personas…también es presentar y proponer ideas en el sentido de “¿por qué no lo probamos?”, o “arriesguémonos a experimentar”.
Preguntémonos entonces: ¿me ven como el líder que verdaderamente soy y quiero que los demás sientan? Tener consciencia, arriesgarnos cuando otros dudan y proteger al grupo, es un gran y necesario punto de partida para mantener nuestra presencia ejecutiva, nuestro principal imán como líderes.
Consultor y Capacitador Senior